Mensaje de reflexión

Debido a los actuales acontecimientos mundiales (COVID-19, guerras, terremotos en varios lugares, volcanes en erupción, etc.), siento que la venida de nuestro Señor está cerca. Aunque no sabemos cuándo será, Él nos dijo que siempre estemos preparados.

Por eso, quiero motivar a cada creyente a realizarse las siguientes preguntas y a responderlas honestamente:

1. Si nuestro Señor viene mañana, ¿estás absolutamente seguro de que estás preparado para partir con Él?

2. ¿Te esfuerzas por honrar a nuestro Rey y por reflejar su luz a los demás en este mundo?

3. ¿Crees que está bien pecar conscientemente porque tenemos la gracia a través de Jesús?

4. ¿Crees en toda la Palabra de Dios o eliges lo que a ti más te conviene?

Después de contestar estas preguntas, por favor lee las siguientes Escrituras:

1. «¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?
En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?» (Romanos 6:1-2 RVR1960).

2. «…como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo» (1 Pedro 1:14-16 RVR1960).

3. «No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, este será llamado grande
en el reino de los cielos» (S. Mateo 5:17-19 RVR1960).

4. «Todo el que practica el pecado, practica también la infracción de la ley, pues el pecado es infracción de la ley. Y vosotros sabéis que Él se manifestó a fin de quitar los pecados, y en Él no hay pecado. Todo el que permanece en Él, no peca; todo el que peca, ni le ha visto ni le ha conocido» (1 Juan 3:4-6 LBLA).

5. «Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados, sino cierta horrenda expectación de juicio, y la furia de un fuego que ha de consumir a los adversarios. Cualquiera que viola la ley de Moisés muere sin misericordia por el testimonio de dos o tres testigos. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que ha hollado bajo sus pies al Hijo de Dios, y ha tenido por inmunda la sangre del pacto por la cual fue santificado, y ha ultrajado al Espíritu de gracia?»
(Hebreos 10:26-29 LBLA).

6. «Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra» (2 Timoteo 3:16-17 LBLA).

Hermanos míos, no sé la doctrina que practican cada uno de ustedes, pero les escribo para animarles a compartir el mensaje completo del Evangelio y a practicarlo en sus mayores fuerzas, que es: arrepentirse, aceptar el sacrificio de Jesucristo, invitarlo a vivir en nuestro corazón como nuestro Señor y Salvador (Efesios 3:17) y cada día esforzarnos por ser más como Jesús.

La Escritura nos advierte que la gracia no es un pase libre al pecado y mucho menos lo es el sacrificio de nuestro Señor. Dios espera que demos la espalda al pecado y que no seamos tibios. Para aclarar, cualquiera que siga viviendo en pecado, conscientemente, no se ha arrepentido, ni ha entendido el regalo que es el Evangelio.

Por favor, piensen en esto y por favor, compartan este mensaje. Nuestro Señor vendrá como un ladrón en la noche y quiere que todos estemos preparados.

Con amor,
Natasha Miller
(Una sierva del Señor Jesucristo)

Sello esta carta con la preciosa sangre y el nombre de Jesucristo. Amén.

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